Today, Representative Adriano Espaillat released the following statement in recognition of National Citizenship Day:
“Each year, tens of thousands of people from around the world become American citizens. It’s a moment of great pride, the realization that the American dream is firmly within your grasp – and as a formerly undocumented immigrant myself, I know this feeling all too well.
It doesn’t matter if you became a United States citizen yesterday, or if your family has been United States citizens for centuries. This idea – that anyone can become an American – is at the heart of what makes our nation unique. As a nation, we’re bound together not by race or creed, but by a shared principle – equality, freedom, and opportunity for all.
And any monetary barrier to achieve that dream is fundamentally un-American – full stop.
America is made stronger by those who willingly and freely chose to join it, often overcoming great obstacles of physical and cultural distance to become an American. With each swearing-in of a new citizen, the spirit of our nation grows, and our communities grow stronger and more resilient – and blocking opportunities for citizenship defies this very ideal and erodes at the nexus of our nation’s values
Currently, the cost of applying for citizenship remains one of the biggest obstacles for immigrants seeking naturalization. Today, the Department of Homeland Security charges $725 to apply for naturalization – a nearly impossible-to-reach figure that for many immigrants amounts to weeks of wages. To put this in perspective, an employee earning the federal minimum wage would have to work for over two months to pay for a naturalization application for a family of four. This amount is so high that it literally prices hardworking immigrants out of their chance at the American dream – and it’s unacceptable.
Looking back to 1999, an application for citizenship cost $225 – a near-third of what it costs today. This fee increase has led to a sharp drop in applications for naturalization since, which only hurts us as a nation of immigrants. Without a doubt, the price on the American dream creates a blockade for nearly 9 million adults who are eligible for citizenship. This means there are 9 million individuals who contribute to our economy, livelihood, and community- yet remain in the shadows of our democracy.
It’s simple: you shouldn’t have to afford your chance at the American dream.
This barrier to citizenship is all the crueler amid a global pandemic – and as we’re working to create a real pathway to citizenship for our nation’s over 11.5 million undocumented immigrants, the moment is now for us to rebuild our country’s broken immigration system from the bottom up.
It is a tragic irony that even as immigrant essential workers have held the line in the fight against COVID-19, all while our immigration system is systemically making it more difficult for these immigrants to become Americans and find success in their communities – and we should be ashamed.
For the 13.6 million legal permanent residents living in the United States and the additional 11.5 million undocumented immigrants already on our soil, fixing our immigration system can’t wait. Each day that we fail to act is another day that an immigrant father or mother – American in all but law – lives in fear of being separated from his or her American-born children.
Our nation cannot put a price on our values. The idea that anybody in the world can become an American is central to who we are – and it’s past time we lower application fees for immigrants applying for U.S. citizenship. It is simply un-American to extort ludicrous fees from those who wish to claim freedom as their own.”
Representative Espaillat is the first Dominican American to serve in the U.S. House of Representatives and his congressional district includes Harlem, East Harlem, West Harlem, Hamilton Heights, Washington Heights, Inwood, Marble Hill and the north-west Bronx.
First elected to Congress in 2016, Representative Espaillat is serving his third term in Congress. Representative Espaillat currently serves as a member of the influential U.S. House Committee on Appropriations responsible for funding the federal government’s vital activities.
He is also a member of the Congressional Hispanic Caucus (CHC), where he serves as the Second Vice-Chair and is a member of the Congressional Progressive Caucus, where he serves as Deputy Whip. Representative Espaillat also currently serves as a Senior Whip of the Democratic Caucus. To find out more about Rep. Espaillat, visit online at https://espaillat.house.gov/.
Spanish
Hoy, el congresista Adriano Espaillat emitió la siguiente declaración en reconocimiento del Día Nacional de la Ciudadanía:
“Cada año, decenas de miles de personas de todo el mundo se convierten en ciudadanos estadounidenses. Es un momento de gran orgullo, comprender que el Sueño Americano está firmemente a su alcance y, como ex inmigrante indocumentado, conozco muy bien este sentimiento.
No importa si ayer usted se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos o si su familia ha sido ciudadana de los Estados Unidos durante siglos. Esta idea ―la de que cualquier persona puede convertirse en estadounidense―, es el núcleo de lo que hace que nuestra nación sea única. Como nación, no estamos unidos por raza o credo, sino por un principio compartido: igualdad, libertad y oportunidades para todos.
Y cualquier barrera monetaria que se ponga para lograr ese sueño es fundamentalmente antiestadounidense: punto.
Estados Unidos se hace más fuerte por aquellos que voluntaria y libremente eligieron unirse a esta nación, a menudo superando grandes obstáculos de distancia física y cultural para convertirse en estadounidense. Con cada juramento de un nuevo ciudadano, el espíritu de nuestra nación crece y nuestras comunidades se vuelven más fuertes y resistentes, y bloquear las oportunidades para la ciudadanía desafía este ideal y erosiona el nexo de los valores de nuestra nación.
Actualmente, el costo de solicitar la ciudadanía sigue siendo uno de los mayores obstáculos para los inmigrantes que buscan la naturalización. Hoy, el Departamento de Seguridad Nacional cobra $725 para solicitar la naturalización, una cifra casi imposible de alcanzar que para muchos inmigrantes equivale a semanas de salario. Para poner esto en perspectiva, un empleado que gana el salario mínimo federal tendría que trabajar durante más de dos meses para pagar una solicitud de naturalización para una familia de cuatro. Esta cantidad es tan alta que literalmente pone a los inmigrantes trabajadores fuera de la oportunidad de alcanzar el Sueño Americano, y esto es inaceptable.
Mirando hacia atrás a 1999, una solicitud de ciudadanía costaba $225, casi un tercio de lo que cuesta hoy. Este aumento de tarifas ha llevado a una fuerte caída en las solicitudes de naturalización desde entonces, lo que solo nos perjudica como nación de inmigrantes. Sin duda, el precio del Sueño Americano crea un bloqueo para casi 9 millones de adultos que son elegibles para la ciudadanía. Esto significa que hay 9 millones de personas que contribuyen a nuestra economía, medios de vida y comunidad, pero permanecen en las sombras de nuestra democracia.
Es simple: usted no debería tener barreras económicas para tener la oportunidad del Sueño Americano.
Esta barrera a la ciudadanía es más cruel en medio de una pandemia global, y mientras trabajamos para crear un camino real hacia la ciudadanía para los más de 11.5 millones de inmigrantes indocumentados de nuestra nación, ahora es el momento de reconstruir el sistema de inmigración roto de nuestro país de abajo hacia arriba.
Es una trágica ironía que incluso cuando los trabajadores inmigrantes esenciales se han mantenido en la línea de la lucha contra el COVID-19, nuestro sistema de inmigración se mantenga haciendo sistemáticamente más difícil que estos inmigrantes se conviertan en estadounidenses y encuentren el éxito en sus comunidades, y esto debería avergonzarnos.
Para los 13.6 millones de residentes permanentes legales que viven en los Estados Unidos y los 11.5 millones de inmigrantes indocumentados adicionales que ya están en nuestro suelo, reparar nuestro sistema de inmigración no puede esperar. Cada día que no actuamos es otro día en el que un padre o madre inmigrante ―estadounidense en todo menos en la ley―, vive con el temor de ser separado de sus hijos nacidos en Estados Unidos.
Nuestra nación no puede poner precio a nuestros valores. La idea de que cualquier persona en el mundo puede convertirse en estadounidense es fundamental para lo que somos, y ya es hora de que bajemos las tarifas de solicitud para los inmigrantes que solicitan la ciudadanía estadounidense. Es simplemente antiestadounidense exigir honorarios ridículos a quienes desean reclamar la libertad como propia”.
El congresista Espaillat es el primer domínico-estadounidense en servir en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y su distrito congresual incluye las comunidades de Harlem, East Harlem, West Harlem, Hamilton Heights, Washington Heights, Inwood, Marble Hill y el noroeste del Bronx.
Elegido por primera vez al Congreso en 2016, el congresista Espaillat cumple su tercer mandato en el Congreso. El congresista Espaillat actualmente se desempeña como miembro del influyente Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, responsable de financiar las actividades vitales del Gobierno federal.
También es miembro del Caucus Hispano del Congreso (CHC), donde se desempeña como segundo vicepresidente y es miembro del Caucus Progresista del Congreso, donde se desempeña como subcoordinador (Deputy Whip).
El congresista Espaillat también se desempeña actualmente como coordinador sénior del Caucus Demócrata. Para obtener más información sobre el congresista Espaillat, visite su portal en línea en https://espaillat.house.gov/.
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